SAUDADE

Creí que te odiaba. Pero, ahora, después de conocerme antes de ti, no puedo sentir otra cosa que no sea agradecimiento. Me arrepiento de todas las veces que quise regresar el tiempo para jamás conocerte y tomar el camino jamás transitado. Ahora sé que no habría sido enteramente feliz tomando aquel sendero...porque mi horizonte se habría quedado por siempre pequeño. Aquel camino nunca fue mío, y quién sabe, si lo hubiera sido, probablemente habría anhelado este camino que sí transité...por poco tiempo, y que no obstante, me llevó a otro destino. Fuiste el extremo opuesto que necesitaba para conseguir equilibrio. Pero en aquel momento no lo sabía, creí  que serías una eterna herida abierta. Y por eso sentí que te odiaba... Erróneamente sentí que tu eras el mal que yo debía corregir...pero fue al revés. Me mostraste un panorama diferente que despertó mis ansias de vivir. Contigo miré mis temores de frente...sólo así pude dejar de tener miedo. No te odio. Aunque quizá, si te miré co

Te conocí en un día de Junio, y partir de ese día, Junio tiene tu nombre. Jamás lo supiste, pero te convertiste en mi Esperanza. En medio de mi desesperanza, significaste la vida que emergía, cuando todo lo demás se podría. A partir de ahí, diría que sólo un día sin Sol pude contemplarte, y ahora las gotas de lluvia de cada junio me devuelven a ese momento de una Utópica tarde, que jamás he de volver a disfrutar. Suspendo el momento en mi memoria, Sucede todo de nuevo cuando el agua cae a inicios del verano, en este mes que por siempre te pertenece.