El chico de los valles en las mejillas...

Ya no pronuncias mi nombre con ternura. El diminutivo que solías usar ha sido sustituido por mi nombre común: aquel que aparece oficialmente en todos mis papeles y que nada tiene que ver con la complicidad que había surgido entre nosotros. Ahora para evitar confusiones de sentimientos me nombras con la etiqueta de "amiga", y sé que tu intención es limitarme, porque llamándome de esa forma sabes que no puedo aspirar más que a una amistad. Siento un espantoso hueco en mi pecho de tan solo pensar que ya no existe ninguna posibilidad, que lo nuestro quiso y pudo ser pero no fue más que un sueño. Tuve que despertar cariño mío incluso a pesar de que eso era lo que menos quería. Pero la realidad me alcanzó y ahora sé que nunca más me volveré a perder en tus ojos, que nunca más tendré tus labios tan cerca como para tener la tentación de besarte, sé que mi corazón tendrá que acostumbrarse. Sé , sobretodo que ahora esos son los privilegios de los que sólo ella podrá gozar. A pesar de todo, para mí fue real, pero de ahora en adelante tengo que aceptar la idea de que fue solo un sueño del que no me quise despertar. Un pequeño infinito en el que me hiciste sentir viva por un pequeño y hermoso momento.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Renascence

Vive

Dos de junio