Eres

Eres aquella silla de la esquina
Eres aquella mirada perdida
Eres las manos que sujetaban a la pequeña niña
Eres la mirada dulce que le dirigías a la inocencia
Eres la hermosa sonrisa sincera
Y después de todo...¿Quién eres, desconocido?
¿Qué eres extraño mío?
¿Cómo fue que de una incidental confluencia,
que de un acontecimiento cotidiano, surgió una colisión... un desbordamiento de sentimientos...una certeza de que no todo está muerto?
Quizá no eres lo que yo creo.
Quizá sólo eres aquel recuerdo de un momento.
Tal vez eres solamente la inspiración de un ideal que estoy creando.
Eres aquello que yo creo que eres.

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